Volver al cole

Martes. Suena el despertador. Me levanto, desayuno como todos los días y me lavo los dientes. Me cambio, agarro mi mochila y emprendo el viaje de siempre.  Cuatro cuadras me separan del cole. Llego a la puerta y el timbre ya estaba sonando. Me dije: Uy llegué tarde! Entro y me apuro a ir al aula, quería estar presente en esa clase. De repente abro la puerta del salón y ya no había asientos disponibles. La única opción era pararse, dándole la espalda al pizarrón y hablar. Y ahí estaba, hablando como cuando tenía que dar un trabajo práctico oral con las cartulinas pegadas al pizarrón. En los tiempos que corren y gracias a la tecnología powerpointesca tuve el honor de exponer una charla sobre las culturas y la diversidad en el colegio que me vió nacer, donde transité toda mi escolaridad, y donde conocí a los amigos que hoy en día me acompañan en este viaje.  La materia era Sociología y el profesor, un tal Marianito :), que me convocó a raíz del viaje largote de viajero inquieto que hice. Hablé sobre el viaje, las culturas y costumbres de los distintos países y sobre cómo fue cambiando el paradigma a lo largo del camino. Fue gratificante poder hablar ahí, en esas paredes que me vieron crecer, aprender, reir, llorar, enamorarme y transformarme en parte, en todo lo que hoy soy. Contar una experiencia así, y ver la atención de todos los chicos fue mágico. Muchas veces, en el secundario y en la facultad di lecciones orales con toda la preparación previa y el pánico que eso implicaba. Pero esta vez fue distinto. El estudio previo fue con la retina, y eso lo cambia todo. Las palabras fluyeron. La mejor escuela de la vida es poder viajar. Transmitir que las personas antes de tener un color, una ideología, o una nacionalidad, son seres humanos. Venimos de lo mismo y nos vamos al mismo lugar. Respetarse. De repente suena el timbre y llegó el gran momento! El momento histooorico! El recreo! Todos salimos del aula a disfrutar de eso tan esperado! Llegó la hora de volver a casa, caminar esas 4 cuadras que tienen las marcas de mis huellas. Egresé del colegio Santa Magdalena (hoy llamado Nuestra Señora de la Unidad) ubicado en la ciudad de Buenos Aires, barrio de Villa Pueyrredón en el año 2004. Hice en ese edificio el jardín, toda la primaria y secundaria. Una parte de mi energía quedó ahí, inmortalizada en sus pasillos. Hoy pude volver a caminarlos y a sentir ese aire tan mágico del cole. Gracias Universo por tantos regalos! Riiiiiiingggg! Los dejo chicos, tengo que ir al recreo que es sagrado! :) Salú! 

2 comentarios:

  1. Fue bueno volver a verte, y tranformado por la experiencia de tus viajes y de la vida. Un abrazo, Rubén (secretario del INSU)

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  2. Gracias Ruben ! me encanto volver a verte también y recordar toda esa etapa tan linda de mi vida donde vos ya estabas ahi ! :) un abrazo grande !

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