Y salió el Blog nomás !

 Nota aclaratoria: Este post forma parte de mi iniciación en la escritura y en la libertad de la ruta. Probablemente tenga errores ortográficos y de redacción. Opté por no pulirlo y dejarlo así, con la originalidad y la ternura de los primeros pasos, para que se trasforme en un fiel testimonio de aquel Lucas que se estaba redescubriendo como viajero y cronista de viajes.
Bueno después de vueltas y vueltas, y de escribir y escribir en mi cuadernito, fiel compañero de ruta, creo que llegó la hora de empezar a compartir muchas de las cosas lindas que no están pasando, curiosidades de los lugares que conocemos, historias de las personas que el viaje nos va poniendo en nuestro camino y todo las cosas interesantes, emocionantes que día a día nos pasan. La verdad es que el dinamismo de este tipo de viaje uno recién lo siente cuando lo está haciendo. Es imposible explicar cómo se van dando las cosas, cómo un día te levantas y decidís qué hacer, qué lugares conocer, qué comer, qué pensar, qué sentir. Esta libertad, mes a mes, cuerpo y mente las van sintiendo. Levantarse en distintos lugares, con gente nueva, con culturas que kilómetro a kilómetro van cambiando, con proyectos para el día que empieza, con ideas reveladoras. El pensar mucho termina por clarificarte cosas que en la vorágine diaria de la vida en ciudad no nos detenemos a reflexionar.  Los entornos naturales donde día a día te levantas, ayudan mucho a este proceso interno. Las energías de las personas que vas conociendo fluyen y se sienten en el aire. Quien nos está contento cuando viaja? Por eso lo más importante a la hora de viajar es aprovechar eso que el mismo viaje te va mostrando. No se trata sólo de largarse por el mundo a recorrer los lugares lindos de cada país. Se trata también que en ese llevar y traer cultura, nos permitamos conocernos más a nosotros mismos. Alguna persona me comentó por ahí que mientras más nos conocemos  y llenamos nuestros pensamientos de amor y cosas positivas, nuestro entorno actúa en consecuencia. Viajar por tiempo indeterminado, nos permite esto tan lindo que es viajar por nuestra escencia, eso que nos hace únicos y que muchas veces nos cuesta descubrir en la rutina diaria. Quiénes somos, para qué somos buenos, para qué vinimos al mundo? Me cuesta creer que sólo para trabajar, casarse y tener hijos. Los días van pasando, y cada uno es único, nunca te levantas y haces algo en contra a tu voluntad, algo que no te gratifique.  Muchos cuestionan eso de irse por ahí a conocer el mundo sin calendarios. Yo desde algún lugar les digo que no hay experiencia más enriquecedora que levantarse todos los días y conocer todo eso que esta allá afuera. Un criterio amplio de la gente y la vida no se pueden alcanzar si nos quedamos sentados en nuestro propio rincón del mundo. 

Espero que estas primeros ideas sean el punto de partida de un espacio donde vamos a compartir todas estas emociones que día a día nos atraviesan el alma. Seguimos construyendo juntos este viaje que nos cambia la vida y la forma de ver esa vida. Viajando tranquilos, viajando contentos, VIAJANDO ANDAMOS!

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